2008/09/01

Clientes Prosti-Enclitofilicos-Suicidas



Originally uploaded by sangreDeOda.

Irremediablemente en el tercer piso de la tienda me sentaba todo el día a contemplar los ojos de mis clientes a los cuales llamaba “los Prosuicidas”, no eran consumistas de ropas de muertos, eran consumistas de los restos de alma que aún quedaban en forma de plasma en los botones y bolsillos. Sus ojos brillaban según el tipo de muerte futura que tendrían, si sus bocas se movían con el viento, si sus pestañas eran tan cortas que la pupila parecía un país centroamericano. Ellos eran mis proveedores por excelencia, vendrían unas cuantas veces a mi tienda antes que sus propias ropas repletaran mis bodegas. No me perdonarían el hecho de lavar las prendas, porque la gracia era ver los restos del espectáculo, o tan maravilloso como adivinar el tipo de suicidio o muerte solo por los restos y menudencias que se acurrucaban en los hilos. Si toda mi fascinación estaba en ese tercer piso donde los clientes unían en su carácter una búsqueda perdida y un coleccionismo inmaterial. Estos clientes se clasificaban en tres: 1) Clientes de ropa de suicidas: La vida de la ropa de un suicida se puede comparar a la vida de los frutos, ambas pueden dividirse en tres etapas fisiológicas: Crecimiento-Maduración-Senescencia, la diferencia esta en que la fotosíntesis de la ropa de un suicida ocurre una sola vez en el acto de la decisión fatal y se extiende para siempre. En estos colgadores el color dejaba de existir, y los suicidiologos comenzaban a estudiar las muertes a través de los restos de ropa. Las prendas más valoradas correspondían a suicidas cuyo motivo de su acto era el amor, se pagaban mayor dinero por aquellas ropas a las cuales se les incluía la carta suicida. Igualmente de valoradas eran aquellas en las cuales las ropas pertenecían a pactos suicidas, principalmente el acuerdo mutuo entre parejas de enamorados. Las prendas más costosas correspondía a suicidas japoneses que habían realizado el tradicional suicidio del Japón antiguo llamado Seppuku junto al harakiri. 2) Clientes de ropas de prostitutas muertas: En cierta forma había tres tipo de mujeres que compraba este tipo de ropa: Primero aquellas que adquirían la ropa como amuleto, como si de alguna forma esa ropa se convertía en la vestimenta de una virgen; en segundo lugar, aquellas que se sentían tan explotadas que la única forma de liberar sus venas y que su sangre se desprendiera de la carne era usando ropa de prostitutas muertas, como acto de celebración y reverencia, para hacer una hoguera y quemarlas, liberando sus cuerpos; en tercer lugar, estaban aquellas mujeres liberales que buscaban esta ropa para estimular su libido, compraban la ropa de jóvenes prostitutas muertas, la mayoría de ellas asesinadas. El 45% de las ropas correspondía a niñas prostitutas de la ciudad de Capo, que es donde se concentra el turismo sexual procedente del opulento occidente en Sudáfrica. el 65% restante correspondía a ropa de adolescentes muertas, procedentes de Kenia, Letonia, Senegal, Rumania y Zambia principalmente. Las mafias chinas y nigerianas eran mis mayores proveedores. 3) Clientes Enclitofilicos: Mujeres que compran ropas de asesinos, criminales o violadores muertos. Se pagaban grandes precios dependiendo del historial del criminal, adjuntaba junto con las ropas la fotografía y su prontuario.

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