2010/01/04

¡Ven! Come de mi cuerpo despacito y sin prisa...

Recuerdo aquellos labios susurrando al oído: Llévame de tu mano adonde duerme el olvido preséntate tu cuerpo que las ansias me ahogan. Hagamos de una playa tú la sal, yo la ola. Pongamos que esta noche sirva como testigo. Levántame el pellizco que entra por el ombligo y come de mi cuerpo sin pagar el tributo. Y trepa por mi espalda hasta el último minuto... Y va muriendo la noche cuando va despertando el día. Eran mis ganas con tus ansias en silencio la más sutil de las melodías. Te voy a contar una historia. Todo un sueño encantado. Yo soy el que se muere sin tener a alguien al lao. Me pierdo en la aventura, en la pasión de unos besos, en las adversidades sólo soy contrapeso. (…) Enséñame el abismo que tiene la locura. Prometo ir despacio al tocar tu cintura. Soy de los qe se sacian con las simples caricias.

2 comentarios:

Oi dijo...

¿Realmente quieres conocer el abismo que tiene la locura?

Behin barruen ez dao zelan eskapeu... ;)

Laztan sinpleenek asetzeko gaitasuna dekoe sarritan...

Patxo :)

Joseba Barrenetxea dijo...

ezaguna dut (ta ez laguna) eromenaren amildegia, harengandik etengabeko ihesaldian nabil ero moduen... ta soilik laztanek geldiarazten naute instant batez... ostabere ihesean jarraitzeko.